A las personas ex trabajadoras y ex voluntarias de esta ONG que trabaja “por la integración de las personas inmigradas y refugiadas” y que hace algo más de 4 años abrió delegación en Barcelona, nos invade la indignación al ver cómo la entidad ha malgastado el dinero público que ha recibido y como ha abandonado a su suerte a las personas inmigradas que tenían como lugar de referencia el centro de día de emergencia social que gestionaba, y en el que atendíamos a las personas más vulnerables entre las vulnerables: recién llegados, en situación irregular y/o en proceso de solicitud de asilo.
Tras mucho esfuerzo y trabajo hemos visto como la mala gestión de la dirección de la ONG ha acabado con un proyecto que consideramos imprescindible. Se ha usado a las personas inmigradas como moneda de cambio, en función de la necesidad de la entidad de captar o justificar subvenciones. Así, se han malgastado varios miles de euros para acondicionar un centro que se ha abandonado apenas dos años después de las obras. Se han comprado equipamientos semanas antes de cerrar el centro, y se han pagado vacaciones extras a trabajadores para facilitar su despido. Usuarios citados para recibir una ayuda, se han encontrado con que su trabajador social de referencia ya no estaba, pues había sido despedido sin previo aviso el día anterior, y no había nadie ni para atenderles ni para darles una explicación, ni obviamente para derivarlos a otros recursos. Las personas, antes razón de ser de la entidad, han dejado de existir de un día para el otro, como si sólo hubieran servido de instrumentos para hacer negocio con la miseria.
Tras el cierre del centro de día, ACCEM Barcelona ha quedado reducida a su mínima expresión; de 12 personas que trabajaban a finales de 2009, solamente quedan hoy 4. Los recortes han sido especialmente drásticos en la ciudad de Barcelona, probablemente porque el equipo de trabajadores, que cuestionaba la falta de claridad, la ineficacia y el estilo autoritario de la gestión, resultaba incómodo. En el cajón se han quedado las propuestas, ideas e ilusiones con las que se pretendían crear proyectos innovadores para una ciudad y un colectivo necesitado, proyectos olvidados que ya no se realizarán.
En la web de ACCEM hablan de un modelo organizativo que ofrece “calidad, rigor e información veraz sobre la gestión de los recursos”. Nosotros solo hemos visto opacidad y arbitrariedad, y nos duelen las víctimas de su ineficacia, personas de Senegal, Ghana o Mali a las que tememos encontrarnos por la calle: ¿qué les vamos a decir? ¿qué ya no resultaban rentables? Las subvenciones no deberían haberse recortado, pero la mediocridad y el oportunismo nunca deberían haber sido subvencionados.
CONCENTRACION
VIERNES 19 Noviembre. HORA:18:00 h.
Plaza Sant Jaume
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