Des del consorcio de la Educación de Barcelona, se comunica recientemente a los centros públicos de educación secundaria del Raval, el corte de la oferta pública de sus estudios post-obligatorios.
En el IES Miquel Milà i Fontanals se eliminan los Ciclos formativos que actualmente ofrecen, dejando a la población del Raval sin ninguna posibilidad de estudiar ciclos públicos de la rama tecnológica de su barrio.
La comunidad educativa del Raval esta siendo la vanguardia en el trabajo para mejorar las oportunidades de una población con unas necesidades socio-educativas específicas.
IGUALDAD DE OPORTUNIDADES EN EL RAVAL
Según los estudios que analizan el fenómeno de la exclusión social y todos aquellos factores que se podrían asociar, hablan de la dimensión educativa como uno de los ejes que marca una línea divisoria entre el chico y la chica que, en un futuro no muy lejos, puede estar en situación de riesgo de exclusión y otro no.
La comunidad educativa del Raval considera que esta reestructuración constituye una grave vulneración de los derechos de nuestras criaturas y jóvenes de recibir una educación de cualidad y pública.
Reducir financiamiento, recursos y medios en los centros educativos y por lo tanto, reducir en oferta, quiere decir:
Disminuir las posibilidades de progresos y las expectativas de continuar estudiando a la post-obligatoria condicionando las posibilidades de éxito y por lo tanto de promoción social e inserción laboral de los jóvenes del Raval
Agravar la situación de estigmatización de los nuestros centros públicos provocando que muchas familias vayan a buscar centros fuera del barrio y por lo tanto, intensificar la segregación escolar.
La disminución de la oferta pública disminuye las posibilidades que tenemos como barrio de acoger estudiantes de otras zonas de Barcelona fomentando la cohesión social.
Por todo esto queremos:
- Hacer constar que dificultar el acceso a la educación vulnera un derecho fundamental.
- Que la oferta pública educativa esté a la disposición de todos para que no haya discriminación en función de las posibilidades económicas
- Formar parte activa de las decisiones en las políticas que afectan al barrio.
- Exigir el mantenimiento de la oferta educativa pública actual del Raval
- Recordar que la inversión económica en educación de hoy supone un ahorro en las políticas sociales de mañana.
En conclusión, una política protectora y preventiva de nuestras criaturas, adolescentes y jóvenes, requieren de un impulso, esfuerzo y soporte institucional, político y económico para el conjunto de la comunidad educativa que trabaja, para evitar situaciones que puedan contribuir a una precaria inserción social y laboral de las futuras generaciones
La comunidad educativa del Raval considera que esta reestructuración constituye una grave vulneración de los derechos de nuestras criaturas y jóvenes de recibir una educación de cualidad y pública.
Reducir financiamiento, recursos y medios en los centros educativos y por lo tanto, reducir en oferta, quiere decir:
Disminuir las posibilidades de progresos y las expectativas de continuar estudiando a la post-obligatoria condicionando las posibilidades de éxito y por lo tanto de promoción social e inserción laboral de los jóvenes del Raval
Agravar la situación de estigmatización de los nuestros centros públicos provocando que muchas familias vayan a buscar centros fuera del barrio y por lo tanto, intensificar la segregación escolar.
La disminución de la oferta pública disminuye las posibilidades que tenemos como barrio de acoger estudiantes de otras zonas de Barcelona fomentando la cohesión social.
Por todo esto queremos:
- Hacer constar que dificultar el acceso a la educación vulnera un derecho fundamental.
- Que la oferta pública educativa esté a la disposición de todos para que no haya discriminación en función de las posibilidades económicas
- Formar parte activa de las decisiones en las políticas que afectan al barrio.
- Exigir el mantenimiento de la oferta educativa pública actual del Raval
- Recordar que la inversión económica en educación de hoy supone un ahorro en las políticas sociales de mañana.
En conclusión, una política protectora y preventiva de nuestras criaturas, adolescentes y jóvenes, requieren de un impulso, esfuerzo y soporte institucional, político y económico para el conjunto de la comunidad educativa que trabaja, para evitar situaciones que puedan contribuir a una precaria inserción social y laboral de las futuras generaciones
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