Javier Gómez Bermudez: “hay que ser muy escrupulosos, hace falta tener pruebas para comprobar que el hecho cometido sea delictivo”
Estas declaraciones fueron hechas por el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y actual presidente del tribunal que juzga a los 11 del Raval en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Sevilla, hace ahora un año. El 20 de noviembre del 2008, en una conferencia titulada "La respuesta judicial frente al terrorismo", Javier Gómez Bermudez alertó del riesgo de que el miedo al terrorismo signifique dar a las autoridades legislativas, policiales y judiciales " un cheque en blanco, para que les pongan a cubierto de esto, aunque para ello sea necesario sacar leyes especiales que limiten sus libertades”.
Aunque lo dicho por el que fue también juez durante el proceso por el 11M, parece una obviedad, si se tiene en cuenta la relación entre la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo, y sobre todo las quejas de la Fiscalía al alto tribunal, no lo es tanto. Desde el Ministerio Fiscal, en sus informes anuales, se ha formulado la queja de que la línea del TS de rebajar o incluso revocar muchas de las penas aplicadas contra supuestos terroristas islámicos, por falta de pruebas, es un error fruto de no apreciar las "peculiaridades del terrorismo yihadista".
Al respecto, Gómez Bermudez, en la conferencia realizada hace un año en Sevilla, defendió la línea de actuación del TS: “Cuando el Tribunal Supremo rebaja sustancialmente las condenas por yihadismo lo que está haciendo es preservar los derechos de los ciudadanos honrados, de nosotros mismos, porque lo que está manteniendo es una línea por debajo de la cual cree que podría ser frecuente que un ciudadano pueda ir a prisión por un delito que no ha cometido y por tanto está haciendo su trabajo y lo está haciendo muy bien”.
Mañana se reanuda el juicio a los 11 del Raval, que muy probablemente se cierre el martes, después de los alegatos de la Fiscalía, la acusación particular ejercida por la Associació Catalana de Víctimes del Terrorisme y de las defensas de los acusados. De las vistas celebradas la semana pasada se pueden destacar tres hechos importantes: las contradicciones entre las declaraciones del testigo protegido F1 y las versiones policiales, el reconocimiento del periodista Claudio Franco de no haber realizado la entrevista en la que Maulvi Omar reivindicaba un atentado en Barcelona y la confirmación de la inexistencia de explosivos o huellas dactilares que incriminen a los acusados.
Estas declaraciones fueron hechas por el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y actual presidente del tribunal que juzga a los 11 del Raval en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Sevilla, hace ahora un año. El 20 de noviembre del 2008, en una conferencia titulada "La respuesta judicial frente al terrorismo", Javier Gómez Bermudez alertó del riesgo de que el miedo al terrorismo signifique dar a las autoridades legislativas, policiales y judiciales " un cheque en blanco, para que les pongan a cubierto de esto, aunque para ello sea necesario sacar leyes especiales que limiten sus libertades”.
Aunque lo dicho por el que fue también juez durante el proceso por el 11M, parece una obviedad, si se tiene en cuenta la relación entre la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo, y sobre todo las quejas de la Fiscalía al alto tribunal, no lo es tanto. Desde el Ministerio Fiscal, en sus informes anuales, se ha formulado la queja de que la línea del TS de rebajar o incluso revocar muchas de las penas aplicadas contra supuestos terroristas islámicos, por falta de pruebas, es un error fruto de no apreciar las "peculiaridades del terrorismo yihadista".
Al respecto, Gómez Bermudez, en la conferencia realizada hace un año en Sevilla, defendió la línea de actuación del TS: “Cuando el Tribunal Supremo rebaja sustancialmente las condenas por yihadismo lo que está haciendo es preservar los derechos de los ciudadanos honrados, de nosotros mismos, porque lo que está manteniendo es una línea por debajo de la cual cree que podría ser frecuente que un ciudadano pueda ir a prisión por un delito que no ha cometido y por tanto está haciendo su trabajo y lo está haciendo muy bien”.
Mañana se reanuda el juicio a los 11 del Raval, que muy probablemente se cierre el martes, después de los alegatos de la Fiscalía, la acusación particular ejercida por la Associació Catalana de Víctimes del Terrorisme y de las defensas de los acusados. De las vistas celebradas la semana pasada se pueden destacar tres hechos importantes: las contradicciones entre las declaraciones del testigo protegido F1 y las versiones policiales, el reconocimiento del periodista Claudio Franco de no haber realizado la entrevista en la que Maulvi Omar reivindicaba un atentado en Barcelona y la confirmación de la inexistencia de explosivos o huellas dactilares que incriminen a los acusados.
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