
El balance de la participación de los inmigrantes en la huelga celebrada el pasado 29 de septiembre fue para las organizaciones sindicales “muy positivo”. “Y más teniendo en cuenta las dificultades especiales a las que se enfrentan. En el caso de los inmigrantes, el riesgo de quedarse sin empleo por participar puede acabar en una situación irregular, debido a que sin trabajo no pueden renovar su residencia”, explicó Ana María Corral, responsable del Departamento de Migraciones Confederal del sindicato Unión General de Trabajadores (UGT).
Esta fue la primera oportunidad desde que comenzó el boom de la inmigración en que los extranjeros participaron en una huelga general con reivindicaciones tan importantes como el rechazo de una reforma laboral, que desde los sindicatos se considera que atenta contra los derechos adquiridos históricamente por los trabajadores.

Ya desde las jornadas previas a la huelga, los trabajadores inmigrantes participaron tanto en los piquetes informativos como en otras acciones organizadas por los sindicatos. El chileno Víctor Sáez, presidente de la Ferine explicó que “compañeros nuestros han estado toda la noche previa a la huelga en los piquetes informativos, dando cuenta de que los inmigrantes también tenemos razones justas para estar en la lucha conjunta con los trabajadores españoles”.
En la propia jornada de huelga del 29 de spetiembre, Sáez habló con Latinoamérica Exterior e hizo balance del día de lucha. “Valoramos la expresión unitaria de apoyo, tras la rueda de prensa que convocamos una semana antes de la huelga, nos han llegado apoyos desde otras entidades y también desde los sindicatos, UGT CCOO y USO, que nos han recibido de muy buena manera”, manifestó junto a miembros de otras entidades de extranjeros participantes.
Pero la satisfacción tenía también otros orígenes, ya que por la tarde del día 29, la Ferine había tenido noticias de que en Valencia los inmigrantes también estaban participando en las manifestaciones, y que en Madrid se había visto la aportación extranjera en distintos ámbitos. “Ya sea en los piquetes o en sitios como Mercamadrid, donde varios miles de inmigrantes no han ido a trabajar. Esto es un muy buen ensayo general, porque esto tiene que ser un inicio de nuevas manifestaciones, pero necesitamos seguir desarrollando la iniciativa. Y los inmigrantes queremos estar en esto a la par de las personas nativas”.

El paro es en el presente el mayor problema al que deben enfrentarse los trabajadores inmigrantes. Este colectivo soporta una tasa de desempleo del 30,24 %, 10 puntos superior a la media nacional, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2010. Según esa encuesta, en ese trimestre había en España 1.105.400 de inmigrantes parados. El total de parados en España es de 4.645.000 personas.
Este es uno de los motivos más importante para que los inmigrantes hayan optado por sumarse a la protesta: la defensa de los puestos de trabajo, que en muchos casos se consideran amenazados por la reforma laboral que aprobó hace pocos meses el Gobierno de España, encabezado por José Luis Rodríguez Zapatero.
Aida Quinatoa, presidenta de la Coordinadora Nacional de Ecuatorianos en España (Conadee), también presente en la manifestación celebrada en Madrid, explicó su apoyo a la huelga en relación a que “la crisis que nos ha afectado mucho y es importante nuestra presencia y que la hagamos valer. Somos portadores de una historia y hemos colaborado en sacar este país adelante. Los sindicatos convocaron a todos los trabajadores y aquí estamos. Y es muy importante la participación de los inmigrantes en este momento.
Otro de los participantes en la manifestación de Madrid fue Gustavo de León, miembro del Centro Uruguayo de Madrid, que aunque no dejó de decir que en su opinión la huelga llegó “demasiado tarde”, dio todo su apoyo. “La huelga es tremendamente necesaria porque se están cometiendo una serie de injusticias para los empleados en general. Están quitando todos los beneficios obtenidos en años anteriores. Los inmigrantes formamos parte de la sociedad española y debemos estar aquí, no debe haber diferencia entre unos y otros, debemos estar todos a la misma altura. No tenemos que aislarnos, esta es una forma de mostrarles a nuestros hermanos españoles que estamos de acuerdo”, sentenció.
En Barcelona la manifestación fue convocada por los sindicatos a las seis de la tarde. Pocos inmigrantes se distinguían entre la marea humana que transcurría entre la Plaza de Juan Carlos I y la Plaza Cataluña. Pero entre las banderas de los sindicatos y las ‘senyeras’ catalanas se podía ver una bandera uruguaya. Su portador, Rubén Gallo, comentó que se le acabó el paro y ahora está con la ayuda, y confesó que está pensando en irse pero que “Zapatero no le deja. Porque no hay trabajo”.

Otro extranjero que se acercó a manifestarse en Barcelona fue el nepalí Ram Carkí, que ponía su mano en la pancarta de ‘Papers i Drets per tothom’ (Papeles y derechos para todos). Él llegó a España hace tres años y trabaja en un restaurante, aunque lo hace sin documentación.
El Gobierno, aunque en todo momento se mostró conciliador con los sindicatos, mantendrá la reforma laboral aprobada en el Parlamento tras la jornada de huelga general convocada por UGT y CCOO.

En el Congreso, hubo sesión, aunque siete diputados no acudieron en solidaridad con los huelguistas. Fueron los representantes de BNG, IU, ICV y ERC. Desde el PP se mostraron en contra de la movilización y señalaron que lo que necesita España son unas elecciones generales para que haya un cambio en el Gobierno. La Casa Real no tuvo ningún acto público en la jornada de huelga, aunque señalaron que fue porque no había ninguno previsto para la jornada.
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