El accidente ferroviario de Castelldefels ha sido una auténtica tragedia. Trece o quizás más muertos, más de una docena de heridos, todos jóvenes en la flor de la vida. La inmensa myoría inmigrantes latinoamericanos que han visto truncados sus sueños de trabajo y prosperidad en España.
Los gobiernos central y de la Generalitat se han apresurado a acusar a las víctimas con su “imprudencia” de ser las culpables del accidente.
Antes que siquiera comience la investigación, La administració n, secundada por muchos medios de comunicación, ya ha dado su veredicto. No se tiene en cuenta las declaraciones de los testigos, se oculta que el paso superior estaba cerrado, que el inferior no estaba señalizado y era claramente insuficiente por lo que se colapsó en seguida, que no había vigilancia ni orientación,…
La administración quiere así exculparse de sus propias responsabilidades. ¿Cómo es posible que a esas horas de la noche y en esa fiesta de San Juan, con las previsibles aglomeraciones, la situación del apeadero fuese la misma que un día laborable cualquiera? ¿Cómo es posible que los trenes de alta velocidad atraviesen estaciones y apeaderos donde no han de parar a más de 100 kilómetros por hora? ¿Acaso se permite a los coches atravesar los núcleos urbanos a más de 50 km. por hora? ¿Acaso no pueden arbitrarse caminos o vías alternativos al menos en determinadas fechas?.
El ministro de Fomento afirma que la estación cumplía todas las normas de seguridad. Si es así, esas normas de seguridad no son suficientes. El accidente de Castelldefels- Platja demanda un replanteamiento serio de las condiciones de esa y otras muchas estaciones ferroviarias cuya afluencia de público es muy diferente en verano que en invierno. Las soluciones no son las multas ni las prohibiciones sino poner los medios de seguridad suficientes. La Administració n ferroviaria no escatima gastos en controlar el pago del billete, pero se muestra mucho más “ahorrativa” cuando se trata de la seguridad de los viajeros y usuarios.
Ahora son necesarios algo más que gestos de condolencia de la Administració n. Muchas familias han visto rotas sus esperanzas, mucha gente quizás dependiera del trabajo o del apoyo de los fallecidos. Muchos se ven ahora ante los enormes gastos del sepelio.
Por eso demandamos:
· La regularizació n por razones extraordinarias de índole humanitaria de los familiares de las víctimas que carezcan de papeles y de aquellos que dependan económicamente de los mismos.
· Que sea la administració n la que corra con los gastos del sepelio y la repatriación de los cadáveres.
· Que se conceda una ayuda económica a los familiares de las víctimas.
· Que se realice una investigación sobre las causas del accidente en la que se tenga en cuenta la opinión de los testigos y las víctimas. Que en función de los resultados de la misma se modifiquen las condiciones de seguridad del transporte ferroviario en el estado español
Associació Papers i Drets per a Tothom
C/FontHonrada 44 bajos Barcelona
Los gobiernos central y de la Generalitat se han apresurado a acusar a las víctimas con su “imprudencia” de ser las culpables del accidente.
Antes que siquiera comience la investigación, La administració n, secundada por muchos medios de comunicación, ya ha dado su veredicto. No se tiene en cuenta las declaraciones de los testigos, se oculta que el paso superior estaba cerrado, que el inferior no estaba señalizado y era claramente insuficiente por lo que se colapsó en seguida, que no había vigilancia ni orientación,…
La administración quiere así exculparse de sus propias responsabilidades. ¿Cómo es posible que a esas horas de la noche y en esa fiesta de San Juan, con las previsibles aglomeraciones, la situación del apeadero fuese la misma que un día laborable cualquiera? ¿Cómo es posible que los trenes de alta velocidad atraviesen estaciones y apeaderos donde no han de parar a más de 100 kilómetros por hora? ¿Acaso se permite a los coches atravesar los núcleos urbanos a más de 50 km. por hora? ¿Acaso no pueden arbitrarse caminos o vías alternativos al menos en determinadas fechas?.
El ministro de Fomento afirma que la estación cumplía todas las normas de seguridad. Si es así, esas normas de seguridad no son suficientes. El accidente de Castelldefels- Platja demanda un replanteamiento serio de las condiciones de esa y otras muchas estaciones ferroviarias cuya afluencia de público es muy diferente en verano que en invierno. Las soluciones no son las multas ni las prohibiciones sino poner los medios de seguridad suficientes. La Administració n ferroviaria no escatima gastos en controlar el pago del billete, pero se muestra mucho más “ahorrativa” cuando se trata de la seguridad de los viajeros y usuarios.
Ahora son necesarios algo más que gestos de condolencia de la Administració n. Muchas familias han visto rotas sus esperanzas, mucha gente quizás dependiera del trabajo o del apoyo de los fallecidos. Muchos se ven ahora ante los enormes gastos del sepelio.
Por eso demandamos:
· La regularizació n por razones extraordinarias de índole humanitaria de los familiares de las víctimas que carezcan de papeles y de aquellos que dependan económicamente de los mismos.
· Que sea la administració n la que corra con los gastos del sepelio y la repatriación de los cadáveres.
· Que se conceda una ayuda económica a los familiares de las víctimas.
· Que se realice una investigación sobre las causas del accidente en la que se tenga en cuenta la opinión de los testigos y las víctimas. Que en función de los resultados de la misma se modifiquen las condiciones de seguridad del transporte ferroviario en el estado español
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