11/18/2009

crónica de hoy en Rastros de Dixan



F1 protagoniza la primera sesión del juicio a los 11 del Raval

Dentro de una sesión de carácter insustancial, en la que han comparecido 4 de los 11 acusados, el testigo protegido F1, identificado como Asim Iqbal –probablemente un nombre falso-, ha sido el protagonista pese a su ausencia. El acusado Sahib Iqbal ha ratificado su primera declaración ante el juez, afirmando que vio a F1 extraer una bolsa blanca de un escondite de la casa de la calle Santa Madrona donde le habían ofrecido hospitalidad, y que el testigo protegido le comentó que eran joyas de su mujer que «prefería llevar a la mezquita, porque la casa era vieja y podían entrar a robar». F1 llegó entre 3 ó 4 días antes de producirse la operación y pidió refugio en la mezquita, aunque finalmente fue alojado en la casa de Santa Madrona, invitado por Qaader Malik. Las declaraciones de éste y de Mohammed Ayub, coinciden en que F1 no fue invitado a orar con los Tabligh el fin de semana que se produjo la operación, pero que él pidió asistir, a lo cual accedieron. Ambos han declarado que el testigo protegido no fue detenido en ningún momento durante el operativo policial, mientras que Sahib Iqbal, a preguntas de uno de los defensores, Jacobo Tejeilo, ha declarado que F1 habló varias veces por teléfono, separándose del grupo para hacerlo.

De la vista ha llamado la atención el escaso contenido de las preguntas del fiscal, que ha ocupado la mayor parte de las dos horas y media que ha durado la sesión pero que en ningún momento ha parecido tener una línea clara de acusación o alguna lógica coherente en relación a los supuestos indicios existentes. Pese a la vulnerabilidad de los detenidos, con escaso conocimiento del castellano y teniendo que recurrir a menudo al traductor de urdú, en ningún momento el representante de la Fiscalía ha hallado contradicciones de consideración ni en las afirmaciones de los acusados en la sala ni entre éstas y las declaraciones hechas en su momento ante el Ismael Moreno. Ha resultado sorprendente la confusión del fiscal entre el término Tabligh –la tendencia islámica a la que pertenecen los acusados- con el de Tehrik, perteneciente al grupo Tehrik e Taliban Pakistan, que supuestamente habría asumido la autoría del atentado. En dos ocasiones ha preguntado a Qaader Malik: «¿pertenece usted al Tehrik?». Confusión verbal sobre la que el acusado le ha pedido claridad y resuelta gracias a la ayuda del traductor, pero que denota la escasa preparación del caso hecha por el Ministerio Fiscal, al menos en ciertos aspectos.



Por lo demás, en una vista inusitadamente corta –tras empezar a las 11 de la mañana, a las 13.30 Javier Gómez Bermudez la daba por terminada «por razones de agenda»- los acusados han rechazado cada una de las acusaciones que figuran en los informes policiales. Maroof Ahmed Mirfa, acusado de ser uno de los líderes de la célula, ha pedido no declarar por encontrarse mal, pero antes de eso ha negado conocer a Baitullah Mehsuh, el líder del TTP. Por su parte, Qaader Malik ha negado tener conocimientos de electrónica, el tribunal se ha visto obligado a explicarle qué era un temporizador y ha negado haber tirado la bolsa con basura y cables hallada por la policía en un contenedor cercano, que dice haber visto por primera vez en las fotografías enseñadas por la Guardía Civil. Sahib Iqbal también negó tener conocimientos de electrónica o de química, pese a la acusación policial de ser «experto en manipulación y fabricación de explosivos» que figura en los informes policiales. Finalmente, Mohammed Ayub, el pastelero acusado de ser uno de los líderes de la célula, negó que jugara ese papel o tender ningún ascendiente moral o espiritual sobre los demás.



Todas las declaraciones coinciden en negar cualquier estructura jerárquica o liderazgos formales o informales entre el grupo, y han afirmado que la noche en que se llevó a cabo el operativo policial se habían dado cita para rezar y dormir juntos y dedicar el día siguiente a realizar proselitismo entre la comunidad pakistaní. Sobre ello, todos han rechazado cualquier relación entre el Tabligh y planteamientos violentos.

En definitiva, esta primera sesión del juicio –suspendido hasta el próximo lunes- se ha convertido en un mero trámite para ratificar las declaraciones precedentes de los acusados, sin aportar nada nuevo, a la espera de la incierta comparecencia de F1. Uno de los medios que más carne en el asador han puesto desde que comenzó el proceso, El Periódico, señalaba hoy precisamente en esa dirección: «En los interrogatorios, todos los detenidos se declararon inocentes. Eso, sumado a la escasez de pruebas y a que no se halló una cantidad importante de explosivos, hace que la clave esté ahora en si el testigo protegido comparece o no. Si no lo hace o si no ratifica su anterior declaración ante el juez, la causa puede desmoronarse» .

No hay comentarios:

Publicar un comentario